Agresores sexuales conocidos o cuando la amenaza está en casa


Las agresiones sexuales por conocidos
Cuando nos imaginamos una violación solemos hacerlo pensando en un hombre que asalta de noche a una mujer en un portal, en un descampado o en un callejón. Estas agresiones se dan, pero no son la mayoría.

La Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género apunta a que en torno al 80% de las agresiones que atienden son perpetradas por conocidos.

Hay que decir que estos delitos sexuales posen el agravante de tener una alta cifra oculta ya que las víctimas no denuncian, por el temor a no ser creídas, por represalias, vergüenza, sentimiento de culpabilidad entre otros factores.

Desde muy jóvenes nos advierten que debemos alejarnos de los extraños, pero, según los expertos, en la mayoría de casos las violaciones se producen por parte del entorno más cercano, en un entorno de confianza que todos consideramos como “seguro”.

En el 80% de los casos o bien es la pareja, expareja, familiar o amigo y suelen ser personas intolerantes, autoritarias, agresivas, crueles, psicológicamente inflexibles e insensibles.

Al principio suelen mostrarse agradables pero acaban siendo chantajistas y se ofenden con facilidad.

Por otra parte es importante inscribir dentro de estas agresiones las que ocurren como violencia doméstica o de género, dentro de parejas que aun no se han roto y en las que muchas mujeres se ven forzadas a relaciones sexuales no consentidas.

Tambiés es necesario entender que la violencia doméstica no solo implica agresión física, sino que además es violencia emocional, sexual o psicológica.

Teniendo en cuenta esto se definen los siguientes tipos de violencia, todas dañinas y denunciables.

Violencia física: Uso de fuerza física o armas que hieren. Golpes, quemaduras, tirones de pelo.

Violencia Sexual: Se presenta cuando uno de los miembros es obligado por otro a tener relaciones sexuales.

Violencia psicológica o emocional: Insultos, críticas, acusaciones, prohibiciones, celos obsesivos, humillaciones.

Estos tipos de abusos no solo dejan lesiones físicas, sino que están considerados los delitos más traumáticos para las victima, crean profundos daños emocionales que pueden llevar a depresiones, ansiedad, baja autoestima incluso a consumir alcohol y drogas o hasta experimentar deseos de quitarse la vida.

Son muchos los factores que están implicados en este tipo de agresiones y que además las hacen duraderas en el tiempo, siendo aún peores las consecuencias para la víctima.

Es una dinámica compleja que debe tener como primer punto de cambio el reconocimiento de la problemática por parte de la víctima, y la aceptación de que las conductas de sus parejas son agresiones en tanto no tienen su consentimiento.


Escrito por Azahara Martínez


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