Relevancia del trabajo de prevención en el abordaje de las agresiones sexuales

Es una suerte y buena noticia saber que cada día más mujeres de todas las edades practican algún tipo de arte marcial que puede ayudarles a defenderse en caso de agresiones de diferente tipo

También conocer los esfuerzos en todos los ámbitos para combatir y transformar las bases y causas de fenómenos como la violencia de género.

Sin embargo queda mucho trabajo por hacer en áreas muy importantes relacionadas con la prevención comenzando por las edades más tempranas.

En este artículo nos queremos centrar en la necesidad de realizar un trabajo de información y formación además de asesoramiento y consejería concretamente con las adolescentes.

Muchos fenómenos de tendencia y otros propios de la edad, donde la presión grupal, el miedo a la exclusión o la búsqueda de reconocimiento pueden terminar siendo condicionantes para que muchas adolescentes se vean afectadas por agresiones sexuales de distinto tipo.

Es lo que señalan y reconocen muchas estadísticas.

En medio de creencias erróneas, presiones grupales y contextos que aumentan la vulnerabilidad como el consumo de drogas y alcohol se produce un gran número de relaciones forzadas que son violaciones desde el punto de vista humano y legal.

Sin embargo por temor, confusión, y otros factores muchas de esas agresiones no se reportan y las adolescentes afectadas cargan con los efectos de ellas por años.

Por eso es necesario e importante un trabajo preventivo que tenga en cuenta las dinámicas psicológicas de la edad.

Incluso en muchos casos donde la educación familiar es adecuada y aborda estos temas con las adolescentes.

Es innegable que como en el caso del bullying muchas veces los problemas pueden pasar desapercibidos por los padres.

También ocurre que existen tabús y miedos en muchas familias para tocar y hablar estos temas directamente con las hijas en esta edad.

Se confía en que nuestras hijas serán capaces de reconocer una situación que está pasando de los límites y vulnerando su decisión pero la realidad es que muchas situaciones son más complejas.

Muchas de las agresiones tienen lugar con personas conocidas y con las que incluso la adolescente tiene un vínculo emocional, incluso una relación sentimental.

Sin embargo tener claro los límites, ponerlos sin sentirse culpable o sin sentir miedo a perder el afecto del chico o no darse cuenta de que el alcohol y otras sustancias le limitarán su capacidad de decisión es muy importante y son puntos bastante difíciles de abordar en el ámbito familiar.

Por eso creemos que las charlas y debates en el ámbito escolar y el uso de otros recursos pueden ayudar a abordar estas áreas del problema y a que las adolescentes desarrollen estrategias y recursos para enfrentarlos.

Aprender a identificar los precursores de una agresión sexual, a poner limites claros y defender el espacio y las decisiones es tan imprtante como aprender técnicas específicas.

Los talleres y actividades de grupo como debates o juegos pueden también ser espacios para que adolescentes ya afectadas puedan encontrar ayuda y apoyo en todas las direcciones.

Como parte de nuestro programa de defensa personal femenina estamos programando actividades y recursos en esta dirección para invitar a colegios e institutos y llevar talleres y jornadas hasta ellos.

Nuestro reconocimiento a todos los profesores, monitores y organizaciones y asociaciones que luchan cada día en esta área tan importante.